Skip to main content

Diez negritos, de Agatha Christie

(2012)

No son muchas las veces en las que se define a un autor con las palabras adecuadas. He aquí la prueba de que se puede: Agatha Christie ha sido bien clasificada como la Dama del misterio. Me ha hechizado, he sido absorbido en su mundo gracias a una prosa limpia y un argumento trabajado. Un solo libro leído ha bastado para darme cuenta de que tenía en mis manos la prueba indiscutible de que existe (existía) un autor que sabe (sabía) como llevar al lector a donde quería, que sabía cómo hacerte pensar en una cosa que luego resultaba tan infantil al descubrir lo que sucedería más adelante. Página tras página he caído en la trampa. Pero más que nada, he caído en las redes de su fantasía, en la dependencia más hermosa del mundo: sus libros.

Ten little niggers. Diez negritos. Así se llama la novela. Convengamos en que ya el título es atractivo. Y provoca. Asombro, desasosiego, sorpresa, turbación son algunos de los adjetivos con los que podría caracterizar al libro. En resumen, diez personas que no se conocen coinciden en una isla en las costas de Devon, en Inglaterra. Uno a uno, mueren. Misteriosamente, claro.

Ahora, esta fría noche de Enero de Madrid, me pregunto cómo serán los próximos libros que leeré de ella. ¿Me bastarán para acallar esta sed repentina que me devora? ¿Serán suficientes para calmar esta impaciencia de principiante, este flamante deseo que aflora? Tengo en mis manos Asesinato en el Orient Express, y no veo la hora de comenzarlo.

No me es indistinto el pensar de algunos críticos que descreen de la capacidad de autores como ella. Críticos que dicen que Agatha Christie no es nada en comparación con, por ejemplo, Juan Rulfo. Desde mi punto de vista, la comparación es inútil. ¿Acaso no es obvio que no se pueden comparar? La cuestión es simple: saber discernir entre dos autores diferentes, con diferentes estilos y diferentes propuestas. Todo el que haya leído a Rulfo sabe que ese señor era un maestro. Pero por qué no decir lo mismo de Agatha Christie. ¿Porque escribió novelas de misterio? ¿Acaso Pedro Páramo no es a su manera una novela de misterio? No juzguemos, no nos impongamos prejuicios inútiles. Leamos aquello que queramos leer, de eso se trata. Borges decía “si uno lee un clásico y se aburre hay que tirarlo”. Conclusión. No nos impongamos lecturas. Disfrutemos. De Rulfo, de Christie, del cronista de La Nación o el poeta que recita versos de otros. Por sobre todas las cosas disfrutemos, que para eso están los libros.

Comments

Popular posts from this blog

Desconectar a tiempo

(2014) En la vida uno tiene que saber desconectar a tiempo. Dejar un lado el modo productivo para adentrarse en el modo de búsqueda. Contemplar un atardecer desde tu ventana. Un sol que se derrumba sobre los techos, tiñendo de tonos de color ocre las chimeneas y los tejados. Dejar de lado las noticias vacías en el periódico electrónico y rescatar de entre los recuerdos los bosques de tu propia morada. Y dejar que el viento ponga sus manos frías en tu cuerpo, como una mujer que quisiera poseerte. Desconectar a tiempo para no perderse la belleza que acontece cuando el color de la tarde entra en tu casa, te arrulla con su brisa, te acongoja con su somnolencia. Que las fronteras desaparezcan en el globo terráqueo de tu cabeza. Que florezcan amapolas en el jardín de tus apariencias. Y que las barcas de lágrimas que navegan los ríos de tus entrañas encuentren su océano en tu mirada. Que la vida no sea despiadada porque sí. Preparas primero tu mano para que tenga más poder.

Vueltas y más vueltas

Si tan solo pudiera convencerte de que todo lo que nos une ha caducado. Si vieras que en mi cuerpo las heridas están abiertas más tiempo del debido. Si encontrara la forma de mostrarte que lo que viste a nuestros cuerpos es perecedero. Si en la sombra pudiera recrearte y en la luz fueras mía, siempre mía. Si la lluvia que nos moja nos secara las lágrimas que el corazón pontifica. Si el esclavo que toca el hierro de su celda descubriera que del otro lado del muro la fantasía deviene tragedia. Si el ruido que retumba en tus huesos proviniera de afuera y no de adentro. Si todo lo que tocas se destruye, ¿cómo pretendes vivir en paz? Si el frío te despierta en el banco de una plaza y lo primero que sientes es alegría. Si el amor que ha partido te enseñara que terminar es empezar de nuevo. Si la flor que se marchita en tu mano fuese roja toda la vida. Si el dolor de una despedida endulzara tus encías. Si lo que buscas no lo buscaras con tristeza, sino con un ápice de ganas. Si en el fondo de

La niña y el globo

(2014) Esta es un historia corta. Cuando uno suelta realmente las cosas, entiende hacia donde van. Como el globo que suelta la niña al cielo. El conflicto de la niña: por un lado, el sistema que ordena tener cosas para ser feliz; por el otro, el alma de la niña, que es más feliz mirando el recorrido azaroso del globo en el aire. La niña no piensa, así, en su cuerpo sosteniendo el piolín del globo. La niña vuela, así, el mismo vuelo que vuela  el globo.