(2012)
En principio, diré lo primero que pensé cuando terminé de mirarlo: tendría que haber más films como Pina. Mejor dicho: films como Pina deberían tener más promoción en el mercado.
Pina es una película de Wim Wenders que homenajea a Philippine Pina Bausch, bailarina alemana, posteriormente profesora y una de las coreógrafas de danza contemporánea más peculiar de nuestro tiempo.
El film es una pieza bellísima editada con eficacia magistral. Pero no es una biografía. Todo gira en torno a sus trabajos en la danza. Es la vida de la artista desde el punto de vista de sus alumnos y colegas de trabajo, es decir, la vida de Pina a partir de la visión de aquellos que la trataron y que de ella aprendieron. Dueños de una originalidad sin fronteras, los bailarines de la Compañía de Pina nos revuelven el estómago como peces en una pecera. Nos inspiran a cada instante, nos incitan a creer en la danza como la expresión más elevada del arte.
El film también despierta, por si fuera poco, nuestros sentidos más ancestrales a partir de coreografías exquisitas representadas en sitios tan sugerentes como sencillos: en el bosque, en una casa de cristal, en la cima de una colina, en un escenario cubierto de tierra; en el exterior de una fábrica, en la calle junto a un semáforo, en un escenario donde los dos elementos únicos son una enorme piedra negruzca y la lluvia que cae.
Por último, me repetiré. Diré, nuevamente, lo que pienso: tendría que haber más films como Pina.
En principio, diré lo primero que pensé cuando terminé de mirarlo: tendría que haber más films como Pina. Mejor dicho: films como Pina deberían tener más promoción en el mercado.
Pina es una película de Wim Wenders que homenajea a Philippine Pina Bausch, bailarina alemana, posteriormente profesora y una de las coreógrafas de danza contemporánea más peculiar de nuestro tiempo.
El film es una pieza bellísima editada con eficacia magistral. Pero no es una biografía. Todo gira en torno a sus trabajos en la danza. Es la vida de la artista desde el punto de vista de sus alumnos y colegas de trabajo, es decir, la vida de Pina a partir de la visión de aquellos que la trataron y que de ella aprendieron. Dueños de una originalidad sin fronteras, los bailarines de la Compañía de Pina nos revuelven el estómago como peces en una pecera. Nos inspiran a cada instante, nos incitan a creer en la danza como la expresión más elevada del arte.
El film también despierta, por si fuera poco, nuestros sentidos más ancestrales a partir de coreografías exquisitas representadas en sitios tan sugerentes como sencillos: en el bosque, en una casa de cristal, en la cima de una colina, en un escenario cubierto de tierra; en el exterior de una fábrica, en la calle junto a un semáforo, en un escenario donde los dos elementos únicos son una enorme piedra negruzca y la lluvia que cae.
Por último, me repetiré. Diré, nuevamente, lo que pienso: tendría que haber más films como Pina.
Pienso igual! Tendría que haber más películas así. Yo la vi en casa y me pareció exquisita pero una amiga pudo apreciarla en "3D" y casi que se anota para estudiar danza... bueno, tanto no. Pero algo así.
ReplyDeleteNosotros la vimos en 3D y casi también nos anotamos a danza... bueno, tanto no, tampoco (risas). Abrazo a vos y al negro Matute.
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